
Uno de los síntomas de que nuestro negocio va viento en popa es cuando se nos presenta la necesidad de contratar personal porque nosotros solos no somos capaces de hacer todo el trabajo. Pero el coste del personal no solamente consiste en el sueldo que vamos a pagar a nuestros empleados por el trabajo desempeñado, sino que también incluye la cotización a la Seguridad Social, las retenciones de IRPF y las indemnizaciones.
















