CREEX pide abordar los posibles cambios en la reforma laboral con rigor y diálogo, alejándose de "anuncios populistas" y falsedades

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“Derogar, porque sí, así sin más, la reforma laboral sería una catástrofe para el mercado laboral español, especialmente en territorios como Extremadura, máxime cuando ya estamos percibiendo las tensiones que existen ya, como están marcando los datos de EPA y hoy han ratificado los de paro registrado”. Así de tajante se ha mostrado el secretario general de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX), Javier Peinado, al valorar las declaraciones de los responsables del Gobierno de España sobre esta cuestión.

 

Peinado ha participado hoy en la reunión de la Comisión de Diálogo Social y Empleo de CEOE, en la que ha defendido los postulados y necesidades del empresariado extremeño en relación a los temas que se han abordado en la reunión. En este sentido, y en línea con lo señalado desde la CEOE, ha reclamado que cesen “los anuncios populistas, y empecemos a valorar pros y contras, con un análisis riguroso y con diálogo”. El secretario general de la CREEX ha incidido en que los empresarios “estamos dispuestos a hablar de todo, y a llegar a acuerdos y consensos, siempre que se nos escuche, claro, como legítimos representantes del empresariado, reconocidos así por la Constitución”.

 

El dirigente de la organización más representativa del empresariado extremeño ha asegurado que una ‘contrarreforma laboral’ sería “una temeridad, puesto que la reforma laboral ha sido y es un instrumento útil que ha venido permitiendo crear empleo con crecimientos del PIB de menos del 3%, el 2% concretamente el último año, y eso no había ocurrido nunca”. De este modo, ha ratificado “derogar esta herramienta lastraría la creación de empleo, porque el empresario, para contratar, tiene que tener seguridad y margen, que no se ponga en peligro la productividad y la rentabilidad, porque en otro caso se desincentivan las contrataciones, las empresas no crecen y ese es el primer paso para el cierre: no solo no se crearía más empleo, es que se destruiría parte del que hay”.

 

Peinado ha indicado que no se puede entrar “como un elefante en una cacharrería, prescindiendo de medidas que flexibilizan el mercado laboral y permiten  que las empresas se adapten a la realidad de la economía, y más en un momento de desaceleración y en un mercado globalizado, porque de esas medidas dependen la competitividad y la viabilidad”.

 

¿ASPECTOS LESIVOS?

En cuanto a las declaraciones de responsables del Gobierno apuntando a que se derogarán los aspectos “más lesivos”, el secretario general de la CREEX se ha preguntado a qué aspectos se refiere. “Parece que se apunta, entre otros, a dos, al artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores y a las limitaciones en la prórroga de los convenios caducados”.

 

Sobre el primer aspecto, Peinado ha sido contundente: “Es falso que el artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores permita despedir a un trabajador porque caiga enfermo. En el artículo se recogen una serie de garantías y requisitos que lo hacen muy complejo y, si no, que se nos diga a cuántas personas se ha despedido invocando este precepto, que serán muy pocas. Es una medida para desincentivar el fraude en bajas y enfermedades, y el único instrumento para que quien abusa pueda ser despedido. ¿Que en algún caso se ha utilizado injustamente? Analícese, refórmese lo necesario y ya está”.

 

Por lo que se refiere a la limitación de prórrogas en los convenios que caducan, el dirigente de la organización más representativa del empresariado extremeño se ha preguntado si lo que se pretende es una vuelta atrás. “Antes, los convenios que caducaban por falta de acuerdo, se prorrogaban sine die, y eso era una herramienta que llevaba a una parte a enrocarse en la negociación, sin que la empresa pudiese adaptarse a nuevas circunstancias”, ha manifestado, para añadir: “lo que dice la reforma es que, si no hay acuerdo, el convenio se prorroga un año y luego decae. ¿Que es poco un año? Pues hablamos y se ponen dos, pero no trasladarnos a épocas pasadas cuando necesitamos herramientas para la nueva época”.

 

En su conclusión, Javier Peinado ha afirmado: “no existe ese daño del que se habla con la reforma, ha sido positiva para crear empleo en situaciones de poco crecimiento y para que las empresas puedan adaptarse y funcionar. No olvide nadie que si las empresas no funcionan, no hay empleo”.

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