La Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) se ha unido a la iniciativa nacional #EActiVate, que da continuidad a #EstoNotienequePARAR, un movimiento respaldado por más de 3.000 empresas españolas para sostener el tejido productivo del país durante la fase más dura de la pandemia.
Ahora se da un nuevo paso, en el que lo que se pretende es impulsar acciones para acelerar la recuperación, en base a cinco parámetros. El primero sería el de la empleabilidad, con medidas formativas, reciclaje profesional, flexibilidad laboral en todos sus aspectos y desarrollo de nuevas habilidades más adaptadas al mundo actual.
Después se pone el foco en las infraestructuras, con una red de conexión, tanto física como tecnológica que vertebre el territorio y conecte los centros de producción con los puertos y aeropuertos, facilitando el tránsito de productos y mercancías y generando un ecosistema que favorezca la inversión empresarial.
Un tercer parámetro sería el de la productividad, donde se considera vital que la Administración se renueve en profundidad para aliviar cargas burocráticas y favorecer el emprendimiento, alentando además la innovación.
La penúltima premisa de este movimiento sería ‘reinventarse’, concebido como poner en marcha de manera urgente la digitalización de los procesos de producción y gestión, una labor en la que la Administración debe jugar un papel de catalizador, impulsor y colaborador necesario, especialmente para microempresas y autónomos, que son quienes pueden tener más dificultades tanto para asumir las inversiones de arranque como para acceder a la necesaria formación.
En último lugar figura la sostenibilidad, para que la economía circular, el ecodiseño y la adaptación de las empresas a sistemas respetuosos con el entorno pase del papel a la realidad, fomentando el autoconsumo, los trámites sin papeles, la implantación de sistemas de ahorro de energía, el uso de tecnologías limpias, etcétera.
Según ha explicado Javier Peinado, Secretario General de la CREEX, Extremadura está en una situación que le permitirá dar el salto al, tantas veces demandado, cambio del modelo productivo si se facilita que su sector empresarial se integre en este movimiento.
“Partiendo de una herramienta que aquí tenemos, como es el diálogo social, y con la fortaleza de un empresariado comprometido con el territorio, si ponemos en marcha sistemas de formación de trabajadores y empresarios continuado en el tiempo y adaptable, logramos de una bendita vez que se nos iguale en cuanto a infraestructuras de comunicación y telecomunicación, aceleramos el proceso de depuración de la burocracia, apostamos por la digitalización y aprovechamos nuestra ventaja en cuanto a sostenibilidad, podemos convertirnos en una economía competitiva, al nivel de cualquiera”, ha explicado, para añadir: “además, téngase en cuenta que no es una cuestión de opciones: o vamos por este camino, nos ponemos las pilas y nos fijamos los objetivos y las estrategias para lograrlo o iremos hacia una economía de supervivencia, subsidiada y sin pulso”.