“Si siguen cargando sobre las espaldas de las empresas todo el coste de la crisis, al final no quedarán ni empresas ni empleo”

JavierPeinado

-¿Cuál es la opinión de la CREEX sobre las nuevas restricciones a la actividad que han entrado en vigor hoy?
-Desde el empresariado extremeño no cuestionamos, al contrario, asumimos y acatamos con la lealtad que hemos demostrado siempre, aquello que se vea necesario para proteger la salud de las personas, las medidas sanitarias que se precisen. Otra cosa es cómo se han articulado estas medidas, y aquí estamos en total desacuerdo con el fondo y con la forma.
 
-¿Se refiere a la precipitación de haber dictado las medidas en fin de semana?
-Esa sería la parte de la forma. No entendemos por qué se espera al fin de semana, por qué no se tomaron medidas en el Consejo de Ministros del viernes, o, incluso, el jueves, dando tiempo a las empresas a prepararlo todo para un cierre prolongado. Además, durante el fin de semana se han ido dando desde la Administración informaciones contradictorias, hasta llegar al día de ayer, cuando a las once y media de la noche, sale la norma, que no se corresponde en gran medida con lo que se había ido anunciando. Un despropósito total, un caos.

-Y respecto al fondo, ¿cómo lo valora?
-Creo que, una vez más, se nos carga a las empresas, en el caso de Extremadura a pymes, microempresas y autónomos, todo el coste de las medidas. Dígame usted, ¿cómo se pretende que paguen nóminas y cotizaciones sociales, tal y como se contempla al ser un permiso retribuido, si estas empresas no están facturando, no tienen ingresos? Van a provocar irresponsablemente que las empresas revienten, y cuando revienten, cuando vayan a la quiebra, a ver qué pasa. Ni habrá empleo ni tejido productivo, las empresas y los trabajadores se quedarán sin nada. Eso es una barbaridad.

-¿Qué cree que habría que hacer para evitar esta situación?
-Cuidar también la salud de las empresas, porque esto acabará algún día, me refiero a la crisis sanitaria, y espero que más pronto que tarde, y entonces habrá que afrontar la recuperación de la actividad. Pero si nos hemos cargado las empresas, esta recuperación es imposible. Por eso, pensamos que, igual que se da una prórroga hasta el 31 de diciembre para recuperar las horas de trabajo, debería darse a las empresas un periodo igual para ir pagando cotizaciones, y flexibilizar también el pago de salarios, por una vía que no perjudique a los trabajadores. Lo que no tiene sentido es pretender que las empresas paguen cuando no ingresan.

-¿Cómo están siendo desde la CREEX estas primeras horas de aplicación del nuevo decreto?
-Una locura y un caos. Por una parte, como ya le decía, por las informaciones contradictorias que han surgido este fin de semana del propio Gobierno, y por otro porque la precipitación ha provocado dudas e incertidumbres. Primero se dan una lista de actividades exentas, luego otra distinta, se dice que entra en vigor a todos los efectos hoy, luego que en determinadas circunstancias que no se concretan, que se da un día de adaptación para algunos centros, y así todo. Hoy hay muchas empresas donde está habiendo conflictos, porque los trabajadores creen que no tienen que ir y las empresas dicen que sí, que en virtud de la disposición que se coloca a última hora hay un día para preparar el cierre ordenado. Todo esto sale a las once y media de la noche de un domingo, ¿puede haber mayor ineptitud?

-¿Cuál cree que será la situación ‘el día después’, el día que la crisis sanitaria concluya?
-Mucho me temo que, de seguir el Gobierno por estos derroteros, nos encontraremos con muchas empresas que se queden en la cuneta y con mucho empleo perdido. Parece que no se quiere ver que si se destruye el tejido productivo luego cuesta mucho recuperar, y que la ruina de las empresas supone dejar en el limbo, sin nada, tanto a empresas como a trabajadores. Es que ya llueve sobre mojado, se han ido tomando decisiones sin sensibilidad alguna hacia la situación de las empresas, y sin empresas no hay empleo.

-¿A qué otras decisiones se refiere?
-Por ejemplo, a la prohibición de despidos por causas objetivas. ¿Qué saca un Gobierno estigmatizando al empresariado, que es quien genera empleo? ¿Creen que algún empresario despide por capricho, cuando el empresario lo que quiere es crecer, o al menos mantener la actividad, y eso supone genera puestos de trabajo? Además, hay otra cuestión para nosotros muy grave: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió a llevar las medidas de índole económica, las que repercutieran sobre la actividad, a las mesas de diálogo social, y se lo ha saltado, no lo ha cumplido cuando era más necesario que nunca. En cambio, se ha legislado a nuestras espaldas y sobre nuestras espaldas, y esto va a tener consecuencias.

-¿Qué medidas propone la CREEX?
-Aquellas que tengan en cuenta la situación en la que se encuentran las empresas y contribuyan a minimizar el impacto de la crisis sanitaria en el tejido productivo, para recuperarnos cuanto antes. Medidas como exención de impuestos y cotizaciones –igual que paran las empresas, que pare el Estado de recaudar--, facilitar la adaptación de las empresas a la situación actual, abrir cauces eficaces de liquidez, dejar de tomar medidas unilaterales sin pensar en la consecuencias, etcétera. No cargarnos sobre las espaldas de los empresarios todas las decisiones, y darnos como única salida el cierre, como se ha hecho con los autónomos, a los que en vez de ayudar con exención de cuotas se les apoya solo si cierran y dándoles además algo a lo que ya tenían derecho por su cotización, ¿qué despropósito es este?

-¿Algún mensaje final para los empresarios extremeños?
-Pues intentar transmitir ánimos, dentro de lo complicada que está la situación, y lo que nos la están complicando, y reiterarles que la CREEX está a su disposición para asesorarles y apoyarles en lo que pueda. También, claro está, que por muy injustas que nos parezcan las normas, hay que cumplirlas, porque los empresarios siempre hemos sido ejemplo de lealtad y de cumplimiento con el Estado de Derecho y sus normas.