'Orgullo de Barros', elegido premio 'Gran Espiga' de Caja Rural de Extremadura

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El vino ‘Orgullo de Barros’ tempranillo 2018, de la Sociedad Cooperativa Nuestra Señora de la Soledad de Aceuchal, fue galardonado ayer con el premio ‘Gran Espiga’, que otorga Caja Rural de Extremadura, en una gala en la que participaron el secretario general de la CREEX, Francisco Javier Peinado; el presidente de COEBA, Emilio Doncel; y el presidente de la Cámara de Comercio de Badajoz, Mariano García Sardiña, para apoyar al sector vitivinícola de la región, que es una de primeras productoras de vinos en España y, por lo tanto, su valor y contribución a nuestra economía y a la generación de empleo.
'Orgullo de Barros' fue el caldo que obtuvo la mejor puntuación en todas las categorías de la XX Edición de los Premios Espiga Vinos con DO Ribera del Guadiana, en la que participaron un total de 96 vinos de 21 bodegas diferentes, el 95% de las bodegas acogidas a la Denominación de Origen, lo que se ha calificado como un gran éxito de participación que ha hecho necesaria una primera ronda clasificatoria y una posterior cata final, que es la que ha determinado a todos los ganadores en las seis categorías existentes (blanco, rosado, tinto cosecha, tinto roble, tinto crianza y tinto reserva).
En concreto, en la categoría de vinos blancos, el premio Espiga Oro fue para ‘Blasón del Turra’ Macabeo 2018, de las bodegas Santa Marta Virgen de Santa Marta de los Barros. La Espiga Plata fue para ‘Seilón’ 2018, de Bodegas López Morenas, de Fuente del Maestre. El Espiga Bronce recayó en ‘Cañalva Verdejo’ 2018, de Bodegas Cañalva, Cañamero.
En lo referido a la categoría de vinos rosados, el premio Espiga de Oro lo comnsiguió ‘Señorío de Villalba’ Tempranillo 2018, de la Sociedad Cooperativa Montevirgen, de Villalba de los Barros. El Espiga Plata recayó en ‘Orgullo de Barros’ Syrah 2018, de la Cooperativa Nuestra Señora de la Soledad, de Aceuchal. El Espiga Bronce fue para ‘Zaleo’ Tempranillo 2018, de Viñaoliva Sociedad Cooperativa, de Almendralejo.
VINOS TINTOS
En cuanto a la categoría de vinos tintos cosecha, el Espiga Plata fue para ‘Lar de Barros’ Tempranillo 2018, de Bodegas Valdeorite, de Fuente del Maestre, mientras que el Espiga Bronce lo consiguióel caldo ‘Seilón’, de Bodegas López Morenas, de Fuente del Maestre.
En la categoría de mejores vinos tintos roble, el premio Espiga Oro fuepara’“Viña Puebla Selección’, fermentado en barrica 2017, de Bodegas Toribio (Puebla de Sancho Pérez). El Espiga de Plata fu para ‘Valdequemao’ Tempranillo 2018, de Bodegas López Morenas, de Fuente del Maestre, mientras que el Espiga Bronce recayó en ‘Privilegio de Romale’ Coupage 2017, de Bodegas Romale de Almendralejo.
En la sección de vinos tintos crianzas, el premio Espiga Oro fue para ‘Seilón’ 2016, de Bodegas López Morenas, de Fuente del Maestre. De esta misma bodega fueron el premio Espiga Plata, para el vino ‘Armegil’ 2015, así como el Espiga Bronce, para el caldo ‘Magus’ 2015.
Por último, en la categoría de vinos tinto reserva, el premio Espiga Oro fue para ‘Palacio Quemado’ 2015, de bodegas Viñas de Alange. El Espiga Plata fue para el vino ‘Payva’ Tempranillo 2015, de Bodegas Martínez Paiva de Almendralejo y el Espiga Bronce hrecayó en ‘Privilegio de Romale’ Tempranillo 2015, de Bodegas Romale de Almendralejo.
Tapón de corcho
Además de los premios Espiga Vino, también se dio a conocer al galardonado con el Premio Espiga Tapón de Corcho, orientado a reconocer los mejores sellados de las botellas de vino DO Ribera del Guadiana. En esta ocasión, ese reconocimiento ha recaído en ‘Carabal Gulae Tinto’ reserva 2013 de bodegas y viñedos Carabal, en Alía.
En el acto estuvieron presentes la consejera de Economía, Olga García; el presidente de Caja Rural de Extremadura, Urbano Caballo; el director general de la entidad, José María Portillo; el alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso; y el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, entre otras autoridades.
Urbano Caballo destacó en su intervención la apuesta de Caja Rural de Extremadura por los productos y empresas de la tierra e incidió en la vocación regional que tiene la entidad. En su opinión, premios como los entregados en Badajoz son un escaparate para los productos agroalimentarios de Extremadura y un impulso para animar las ventas, como se ha comprobado en ediciones pasadas, algo de lo que «tenemos que estar orgullosos».